martes, 4 de diciembre de 2012

El jardín en macetas
Cuando se entra a ese espacio multifuncional, llamado jardín,
es bueno sentir el recibimiento. Es agradable saberse bienvenido, y es
interesante que la entrada o las entradas (principal y de servicios) estén
claramente marcadas por un solado austero, antideslizante y acorde
a la idea de la construcción de la casa en sí.
Una manera de dar el recibimiento es y ha sido desde tiempos lejanos,
enmarcar la entrada con macetas, cuencos, tiestos, que de manera
armónica, nos avise por donde se accede. Estas macetas deben ser
lo suficientemente amplias, para permitir el crecimiento del arbusto
elegido, que enmarque y se proporcione con la abertura, y el entorno
inmediato de ella.
















Cuando hablamos de medidas precisas, nos referimos a 50 o mas de boca
de recipiente, con altura relativa a la boca.
Los arbustos que viven cómodos en macetas no son muchos:
buxus-boj-;boungavillas o santa rita, especie pequeña para tiesto; abelias compactas, y
ficus de hojas pequeñas.




















La mayoría de las plantas crásulas, incluídas las Beschornias , las Yuccas
y los ágaves, viven cómodas en macetas, dando una bella imagen desértica y con bajo consumo de agua,
los que las coloca a la cabeza, en el uso y abuso de las mismas en el jardín.

Los equisetum Hyemale, y las euphorbias Tirucali,
son especiales para tiestos, teniendo en cuenta
que a la primera de ellas, le viene bien el agua de
riego abundante.





Cuando enmacetamos, somos responsables de todo
lo que les ocurre-o casi-de la cantidad de agua que
administramos, de la sustancia orgánica que agregaremos
-por lo menos-dos veces al año, de la extracción de
hierbas competitivas y de la cura de enfermedades.



Los agentes climáticos no nos ayudarán, el agua de lluvia
no entrará, el viento no espantará insectos, y el sol
no evitará patologías de la humedad.
Sobretodo si están bajo aleros o techos de balcones
o galerías. Aún al aire libre, su condición de "tiesto",
las hará vulnerables.
El uso de tierras apropiadas, negra, resaca, mantillo y
ácidas, a cada quien, es el comienzo del éxito en
materia de macetería.

Carpidas superficiales cada quincena, con  agregado de tierra apropiada, será garantía de
esplendor. Limpieza de hojas con agua jabonosa-jabón neutro- en caso de elementos vivos
no deseados,  y el agua de tabaco hecha en la noche anterior, no dejará pulgones y las veremos
sanas.
El riego está relacionado con la exposición al sol y al viento del recipiente; mas lejos de ello,
menor la frecuencia de riego, que siempre será pareja y constante. Las manos que palpan y
la mirada que investiga, han sido y son el mejor método de cuidado y evaluación.
Nos ensuciamos, aún con guantes, si es posible riéndonos o al menos sonriendo, del placer
de estar ahí. Si les hablan tal vez nadie conteste, pero el día habrá dado su mejor respuesta
cuando el cansancio "bueno"nos duerma en paz.







No hay comentarios: