domingo, 16 de marzo de 2008

Los pequeños paraísos


Los pequeños paraísos

Existen en todas las ciudades del mundo, pequeños espacios: patios, jardincitos, aire y luz, que insertos aún en otros mucho mas grandes, representan a nuestras ganas y a nuestros ojos la imagen del paraíso que queremos para nuestra vida. Esos espacios deberían tener características especiales. Según su ubicación con respecto al sol, y el alto de las medianeras
que proyectan sombra sobre el, se podrán ubicar especies que resistan la falta
de luz solar con mayor o menor requerimiento.

sábado, 8 de marzo de 2008

otoño encantado

Para mucha gente, entre las que me incluyo, esta estación es la mas disfrutable de la
ciudad de Rosario y sus alrededores. Los jardines de esta época toman cierta prestigiosa
mansedumbre, el color ligeramente seco de algunas frondas, a veces amarillas y en muy
contados casos: rojas, pincelan el espacio abierto con firmeza.
Es en esta estación donde comienza el famoso: manos a la obra de la jardinería: se puede
trasplantar lo que no está bien en su sitio, se puede plantar lo que viene de viveros envasado,
se puede finalmente comenzar a pensar en podar.
Y que es podar? o mejor dicho porqué podar? La respuesta es contundente: por necesidad.
La necesidad la dará nuestro sentido común. Algunas veces será por razones de invasión del
espacio cercano, en forma no deseada; otras por alivio para la propia planta en lo que llamamos
equilibrio de su fronda. Sea por las razones que fueren, siempre será a modo de escamonda,
es decir, aligerar la copa de una manera austera e indispensable.
Si un arbusto o árbol debe ser podado cada año en forma excesiva, es seguro que está mal ubicado
en el lugar que se halle. O nos da demasiada sombra por cercanía, o no tiene hojas caedizas como hubiese sido necesario para el lugar en cuestión. Entonces hay que plantearse que nos hemos equivocado hondamente en su plantación. Y si se puede, replantearnos el sitio, caso contrario deberemos derribarlo. Las podas indiscriminadas, solo traen complicaciones de enfermedades para la planta, y costosos servicios para llevarla a cabo.
Un jardín bien estructurado (y una calle y una plaza) no deberían necesitar podas en exceso.
Si las necesitan, el programa fue malo y no consideró magnitudes o tamaños finales de las plantas.
Esto está íntimamente relacionado con el diseño de plantación. Cuando se comienza un jardín
es posible, que si se respetan los tamaños finales de crecimiento de las plantas, el espacio
parezca “pobre” o vacío.
Esto puede solucionarse ocupando los espacios intermedios con herbáceas
de rápido crecimiento (aster, lantanas) de modo tal que cuando los arbustos lleguen a su plenitud
las herbáceas hayan llegado al final de su crecimiento y vida.
Es también en esta estación cuando la tarde se hace amable para caminar entre plantas, analizar
largamente la composición y las asociaciones de ellas, y reconsiderar nuestras decisiones apresuradas. Siempre podemos esperar los primeros fríos constantes, de las últimas semanas de
mayo, ponernos guantes, cavar cuidadosamente alrededor de las raíces sin romperlas, levantar
de la forma mas armada posible el pan de tierra con todo lo que contiene, y llevarlo cuidadosamente al sitio elegido en donde ya estará el hoyo esperando. Ahí con una pequeña poda
de la fronda buscando el equilibrio de lo que pudo lastimarse de raíces, damos por finalizado el
trasplante, “celebrando” con una buena cantidad de agua sobre lo plantado, tratando de afirmarlo
fuertemente. Es el momento oportuno de revisar el calendario de siembra de hortalizas y ver que nos toca en este mes de ellas.
Entonces, ahí si será posible mirar hacia arriba y pensar como M. Benedetti:
“........Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver como las nubes se disputan las copas
y ver como los nidos se disputan los pájaros.”