sábado, 13 de febrero de 2010

Una vacación para el alma

Cuando viajo a Los Angeles, a ver a mis nietos, hijos, nuera,
es casi seguro que vuelvo a Rosario con el corazón
contento como canción de P. Ortega.....
En esta vuelta ocurrida hace pocas semanas, traje conmigo
todas mis recorridas por Abbot Kinney street, en Venice.
La caminé despaciosamente, desde las 10 de la mañana
de varios sábados, hasta pasado el mediodía.
Es una reconfortante recorrida, de negocios, galerías de arte,
boutiques de ropa mas parecidas a galerías de arte,
y venta callejera de cartelitos simil playa-venice, gastados,
que permiten la ilusión de ser trofeos de fechorías propias.
Vi una casa prefabricada de ensueño, y varias construidas
al modelo tradicional,
que detuvieron mis pasos y mi asombro.
Estacioné gratis, en una calle lateral, tome café del bueno,
y charle amablemente con el vendedor-cubano-y la esposa
 artesana de los carteles antedichos.
Todo un tiempo, que casi como una sinfonía, sonó
y aun lo hace en mis oidos,con encantadoras notas.