Cuando se planta un árbol, uno sabe (o debería saberlo) que harán falta unos cuantos
años para poder sentarse abajo. En el espacio tiempo de la espera, que tendrá también sus
encantos, ya que se verá la transformación lenta y sostenida de sus ramas y
tronco, se puede construir o pensar, en una galería que circunde el todo o las partes
de la casa que habitemos.
Cuando hablamos de una galería a diseñar, será interesante pensarla en relación
al asoleamiento, en nuestro hemisferio ello se ve beneficiado cuando se la ubica
al este o al norte. Dara beneficios con su sombra, en los meses de verano
en los cuales el sol pasa en su cenit.
La galería, ese espacio de transición entre la sombra y la luz, es un filtro
propicio para cultivar en recipientes, plantas de hojas variadas en distintos tonos y texturas.
En la penumbra ganan los conjuntos de hojas con brillos en
contraste con otras de opaca superficie.
Este es el lugar donde hacer crecer lo
que tanto nos atrae en las casas de ventas
de plantas, y que en otro lado no
sobrevivirían.
Las palmeras como Kentia, Raphis excelsa,
Phoenix roebellini, en envases de no menos
de 50 cm. de diámetro, y algo similar en
altura, serán las plantas adecuadas al
sitio, sobretodo si las adquirimos de
tamaños importantes.
Las colgantes Columnneas, Philodendros
scandens,helechos, platycerium (cuerno
de arce), ceropegias o pelleaea, armarán
escenas propias de "Río de Janeiro", si
logramos usar recipientes neutros, sencillos
de buenas cadenas portantes, con platos
recojedores del agua sobrante y sin portamacetas
que confunden y ocultan el excedente.
Pedestales, escaleras, estantes, ayudaran
a pensar el espacio casi tropical, en donde
las begonias, crotones, bromelias e hypoestes, retratarán la foto de nuestro encanto.
El riego será constante y mesurado, sin barro, solo lo suficiente para mojar
formalmente sus raíces. Cuando se piense en floraciones para estos sitios, grandes
protagonistas del encanto y la seducción, -sean pájaros o mujeres- se puede
pensar en Cyclamen y Azaleas japónicas. En pequeños recipientes-crecer apretado de
la escuela inglesa-y en tierras especialmente ácidas-turba o resaca- harán que en invierno
y en primavera florezcan plantas, charlas, confesiones e historias.....
De ahí derecho, a la fantasía lánguida del atardecer silencioso y poblado de
seres vivos de la galería.
Solo falta el libro: si se puede elegir, que
sea Freedom de J. Franzen y les auguro
un placer largo.
años para poder sentarse abajo. En el espacio tiempo de la espera, que tendrá también sus
encantos, ya que se verá la transformación lenta y sostenida de sus ramas y
tronco, se puede construir o pensar, en una galería que circunde el todo o las partes
de la casa que habitemos.
Cuando hablamos de una galería a diseñar, será interesante pensarla en relación
al asoleamiento, en nuestro hemisferio ello se ve beneficiado cuando se la ubica
al este o al norte. Dara beneficios con su sombra, en los meses de verano
en los cuales el sol pasa en su cenit.
La galería, ese espacio de transición entre la sombra y la luz, es un filtro
propicio para cultivar en recipientes, plantas de hojas variadas en distintos tonos y texturas.
En la penumbra ganan los conjuntos de hojas con brillos en
contraste con otras de opaca superficie.
Este es el lugar donde hacer crecer lo
que tanto nos atrae en las casas de ventas
de plantas, y que en otro lado no
sobrevivirían.
Las palmeras como Kentia, Raphis excelsa,
Phoenix roebellini, en envases de no menos
de 50 cm. de diámetro, y algo similar en
altura, serán las plantas adecuadas al
sitio, sobretodo si las adquirimos de
tamaños importantes.
Las colgantes Columnneas, Philodendros
scandens,helechos, platycerium (cuerno
de arce), ceropegias o pelleaea, armarán
escenas propias de "Río de Janeiro", si
logramos usar recipientes neutros, sencillos
de buenas cadenas portantes, con platos
recojedores del agua sobrante y sin portamacetas
que confunden y ocultan el excedente.
Pedestales, escaleras, estantes, ayudaran
a pensar el espacio casi tropical, en donde
las begonias, crotones, bromelias e hypoestes, retratarán la foto de nuestro encanto.
El riego será constante y mesurado, sin barro, solo lo suficiente para mojar
formalmente sus raíces. Cuando se piense en floraciones para estos sitios, grandes
protagonistas del encanto y la seducción, -sean pájaros o mujeres- se puede
pensar en Cyclamen y Azaleas japónicas. En pequeños recipientes-crecer apretado de
la escuela inglesa-y en tierras especialmente ácidas-turba o resaca- harán que en invierno
y en primavera florezcan plantas, charlas, confesiones e historias.....
De ahí derecho, a la fantasía lánguida del atardecer silencioso y poblado de
seres vivos de la galería.
Solo falta el libro: si se puede elegir, que
sea Freedom de J. Franzen y les auguro
un placer largo.
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