Se hace camino al andar
Los distintos caminos dentro de un jardín, son la expresión mas acabada
de las intenciones funcionales. Uno "dice" por donde quiere que se muevan
la gente y los autos, con el solo hecho de demarcar y acentuar las entradas y
salidas del sitio en cuestión.
Moverse desde la casa a la piscina, desde el vestuario o baño exterior, ir al
tendedero, implica nada menos ni nada mas que tener a buen resguardo los
pies. Un suelo seco y antideslizante, es el desideratum de cualquier mortal
con espiritu sensato. Cuando uno camina a través de los distintos matices
de un paisaje diseñado, debería poder hacerlo con la seguridad del pisar firme
y seguro. Una lluvia pasajera de cualquier verano, no debería entorpecer
la posible salida placentera del espacio que nos rodea. De la misma manera
que una plaza o un parque, deben tener solados-superficies duras de materiales
preparados para el aire libre-que garanticen los paseos de las distintas formas
de movilización.
Caminatas, bicicletas y rodados de gente menor, deben encontrar el justo cauce
a sus anhelos. Las dimensiones, acabados, texturas y formas de los distintos
tipos de pavimentos permiten variaciones enormes.
Los hay de losetas premoldeadas, lajas, ladrillos, madera dura, hormigón in situ,
etc., con gamas de colores, que en el mejor de los casos acompañan el
paisaje circundante y en otros buscan destacarse por oposición, abarcando los
distintos efectos de rusticidad o de acabado perfecto.
Casa Miller- Arq. Eero Saarinen
El diseño debe abastecer todos los movimientos
posibles de los habitantes
de una casa, en el espacio exterior que le da sentido.
El auto debe transitar en el solado que lo acompañe, habrá contrapiso y cubierta
que lo acompañe. Losetas premoldeadas con césped en sus perforaciones,
piedras que permitan la caminata- sin pensar en rodados-, las llamadas superficies
semiblandas o semiduras, acompañan el camino que siempre pero siempre
debería ser para dos por lo menos.
Casi, como en la vida misma.
Los distintos caminos dentro de un jardín, son la expresión mas acabada
de las intenciones funcionales. Uno "dice" por donde quiere que se muevan
la gente y los autos, con el solo hecho de demarcar y acentuar las entradas y
salidas del sitio en cuestión.
Moverse desde la casa a la piscina, desde el vestuario o baño exterior, ir al
tendedero, implica nada menos ni nada mas que tener a buen resguardo los
pies. Un suelo seco y antideslizante, es el desideratum de cualquier mortal
con espiritu sensato. Cuando uno camina a través de los distintos matices
de un paisaje diseñado, debería poder hacerlo con la seguridad del pisar firme
y seguro. Una lluvia pasajera de cualquier verano, no debería entorpecer
la posible salida placentera del espacio que nos rodea. De la misma manera
que una plaza o un parque, deben tener solados-superficies duras de materiales
preparados para el aire libre-que garanticen los paseos de las distintas formas
de movilización.
Caminatas, bicicletas y rodados de gente menor, deben encontrar el justo cauce
a sus anhelos. Las dimensiones, acabados, texturas y formas de los distintos
tipos de pavimentos permiten variaciones enormes.
Los hay de losetas premoldeadas, lajas, ladrillos, madera dura, hormigón in situ,
etc., con gamas de colores, que en el mejor de los casos acompañan el
paisaje circundante y en otros buscan destacarse por oposición, abarcando los
distintos efectos de rusticidad o de acabado perfecto.
Casa Miller- Arq. Eero Saarinen
El diseño debe abastecer todos los movimientos
posibles de los habitantes
de una casa, en el espacio exterior que le da sentido.
El auto debe transitar en el solado que lo acompañe, habrá contrapiso y cubierta
que lo acompañe. Losetas premoldeadas con césped en sus perforaciones,
piedras que permitan la caminata- sin pensar en rodados-, las llamadas superficies
semiblandas o semiduras, acompañan el camino que siempre pero siempre
debería ser para dos por lo menos.
Casi, como en la vida misma.
1 comentario:
Muy bueno!!
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